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Justin, hombre del Renacimiento
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… para tener el nuevo disco de Animal Collective.
En la furgo y nuestras casas va a rayar durante meses, seguro.
Puede que sí, o no. La verdad es que no me importaba. De hecho, Arthur (Lee) ESTABA rompiendo moldes. Que yo quisiera seguir tocando rock, no quería decir que ese fuese el camino a seguir. Arthur era quien componía las canciones. Sabía lo que los grandes artistas saben. El cambio y la imaginación han de ser las grandes fuerzas a seguir. La apatía creativa es besar a la muerte. Si escribes música tienes que explorar nuevos mundos bajo unas bases regulares. (…) Dentro del contexto de la música popular del momento, ese material era único; nuevo, diferente y exótico.
(…)
El problema era LOVE, el grupo, que tenía a otro prolífico compositor como miembro y que comenzaba a enfocarse en sí mismo. Su trabajo ya había comenzado a rivalizar con todo lo que Arthur (Lee) había hecho, en originalidad y belleza artística; y pese a que Bryan Maclean tenía un rico material con el que contribuir para el Forever Changes, ya le habían comunicado sin vacilar, que a partir de ahora se limitaría a escribir dos canciones por disco.
Finalmente fueron Alone again or, Old man y Andmoreagain.
Entre bastidores. De viaje con el grupo LOVE.
Michael Stuart- Ware (batería de LOVE durante el Da Capo y Forever Changes)
Pero ¿a qué son debidos ese cansancio físico y esa oxidación motivados por una rutina demasiado tiempo ininterrumpida? No es solamente una fatiga del cuerpo y del espíritu, gastados por las exigencias de la vida (pues para esta el sencillo descanso sería el remedio más reconstituyente), sino también algo que atañe al alma: la conciencia de la duración que amenaza perderse en una monotonía demasiado persistente, la conciencia de que ella misma se haya emparentada y unida al sentimiento de la vida y que la una no puede debilitada sin que la otra sufra y se debilité a la vez. Se han difundido muchos conceptos erróneos sobre la naturaleza del fastidio. Se cree que la novedad y el carácter interesante de su contenido “hacen pasar el tiempo”, es decir, lo abrevian, cuando, en realidad, aunque la monotonía y el vacío alargan sin duda, algunas veces, el instante y la hora y lo hacen fastidioso, abrevian y aceleran hasta reducirlas casi a la nada las grandes y vastas cantidades de tiempo. Por el contrario, un contenido rico e interesante, es sin duda capaz de apreciar una hora, incluso un día, considerando en conjunto, presta amplitud, peso y solidez, de tal manera que los años ricos en acontecimientos pasan mucho más lentamente que lo años pobres, vacíos y ligeros, que le viento barre y se van volando. Lo que se llama fastidio es, pues, en realidad una representación enfermiza de la brevedad del tiempo provocada por la monotonía. Los grandes espacios de tiempo, cuando su curso es de una monotonía ininterrumpida, llegan a encogerse de una medida que espanta mortalmente el corazón. Cuando los días son semejantes entre sí, no constituyen más que un solo día, y con uniformidad perfecta, la vida más larga sería experimentada como más breve y habría pasado en un momento. La costumbre es una somnolencia, o, al menos, un debilitamiento de la conciencia del tiempo, y cunado los años de la niñez son vividos lentamente, y luego la vida se desarrolla cada vez más de prisa y se precipita, es también debido a la costumbre. Sabemos perfectamente que la inserción de cambio de costumbres o de nuevas costumbres es el único medio que disponemos para mantenernos en vida, para refrescar nuestra percepción del tiempo, para obtener un rejuvenecimiento, una fortificación, una lentitud de nuestra experiencia del tiempo y, por esta causa, la renovación de nuestro sentimiento de la vida en general.
Thomas Mann
LA MONTAÑA MÁGICA
Revolución Solar 